“Realizar refugio es una obligación del sistema. Cuando no se realiza el mismo, las resistencias que se presentan son multicausales, culturales, agronómicas, etc. Hablar de prevención es hablar de futuro” sostiene el Ing. Peralta, de Halcón Monitoreo.
“Considero que el Refugio está dentro de las BPA, busca dar sustento, ya que la sustentabilidad es evitar la resistencia. Cuando hablamos de resistencia las causas son varias, por eso es importante incorporar la cultura del Refugio. Decimos que es cultural porque involucra a Compañías, productores, asesores y al Estado. Es una preocupación y una obligación de todos mantener una producción sustentable. En los últimos años en nuestro país el Refugio era casi nulo, hoy estamos mejorando este punto y es importante, ya que no hacer Refugio es fundamental para que aparezcan resistencias”, destacó el profesional.
Destacó además que al momento de realizar el refugio, el área a sembrar debe ser el 10% del área total. Las semillas utilizadas para refugio deberán ser del mismo ciclo de madurez, y sembrarse al mismo momento para evitar desfasajes en la fenología que puedan ser aprovechadas por los individuos resistentes. Así como también deberán recibir la misma fertilización mineral y contar un similar manejo de malezas.
Una de las formas de cumplir con los requerimientos del refugio es realizando lo que se denomina Refugio Estructurado. “Aquí, una superficie del 10% total del lote es sembrada con materiales sin biotecnología. La distancia que separa al refugio de las plantas con biotecnología más alejadas no debe superar los 1500 metros asegurando que un adulto surgido del Bt se pueda aparear con un adulto susceptible del refugio”, explicó el especialista, quien aclaró además que “su práctica disminuye la velocidad de generación de resistencia, dando más vida útil a las tecnologías”.
El refugio no suprime la práctica del monitoreo
“La realización del Refugio no suprime la necesidad de realizar monitoreos de lotes y eventuales aplicaciones de insecticida contra los insectos blanco de la biotecnología. Los monitoreos deben realizarse durante todo el ciclo, tanto en el lote general como en el refugio”, subraya Peralta, al tiempo que explica: “Para el caso del barrenador del tallo las recomendaciones de IRAC (del inglés Insecticide Resistance Action Committee) es no aplicar insecticida para controlarlo. Pero distinto es el caso del gusano cogollero para el que IRAC recomienda fuertemente su monitoreo en lotes con refugio y biotecnología, y aplicar insecticida en caso de que se llegue a un umbral de 10 a 20% de plantas con daño 3 en la escala de Davis. Cuanto más temprano se realicen los controles dentro del umbral, aumentará la eficiencia”.
Fuente: Todo agro