Mensaje para el destinatario Enviar Sábado 24.10.2009Dos millones de cabezas de ganado de las provincias de Santa Fe y de Entre Ríos que se encuentran en las islas del río Paraná están en riesgo por la crecida de ese curso de agua y del río Iguazú en Brasil. Si persisten las lluvias, la situación podría ser grave.
Productores del centro norte santafecino comenzaron a evacuar algo más de un millón de cabezas de ganado que, en los últimos meses, se encontraban en las islas del río Paraná y afluentes, luego de conocerse un alerta por un pico de crecida de ese nivel de agua, que ya superó los 29 metros en Iguazú y que se espera alcance los 4,90 metros frente a la costa de esta capital, en la primera quincena de noviembre.
El gobierno provincial dijo que monitorea en forma permanente la situación y que en las condiciones actuales no es preocupante, pero advirtió sobre la necesidad de que los productores comenzaran a retirar el ganado de las islas para evitar pérdidas.
La Sociedad Rural de Reconquista, la Unión Agrícola de Avellaneda, municipios y comunas de la región del extremo norte de la provincia, alertaron sobre la crecida. Meses atrás, el bajo nivel de los cursos de agua dejaba libre grandes extensiones de isla, que los productores aprovecharon para alojar su ganado.
La crecida que se aproxima cambiará la conformación de la zona de islas y obligará a los productores a retirar sus animales. Para ello, el gobierno santafecino dispuso la apertura de un registro de chacareros que estén en condiciones de recibir hacienda. Por su parte, el subsecretario de Planificación y Gestión del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Alejandro Secchi, explicó a LA NACION: «La crecida que se desarrolla en el río Paraná tiene origen en el curso superior, en Brasil; es una crecida mediana y su evolución, hasta ahora, no es preocupante. A partir de ahí, dependerá de lo que ocurra con las lluvias».
En Entre Ríos
Entre 800.000 y un millón de cabezas de ganado se encuentran en zona de vulnerabilidad ante las crecidas pronosticadas en la zona de islas entrerrianas. Con el avance de la siembra de la soja, los campos bajos se han convertido, en los últimos años, en el territorio destinado a la cría de ganado bovino.
Sin embargo, las zonas de islas y campos inundables representan una amenaza ante las estrepitosas crecidas como la que se produjeron en 2007, en las que -según los cálculos más dramáticos- murieron unas 300.000 vacas arrastradas por el agua o por la falta de alimento.
Según los pronósticos del Instituto Nacional del Agua (INA), en los próximos días, podría estar registrándose en la zona sur de Entre Ríos una creciente similar a la que se registró hace dos años. «Si en enero próximo llega a llover igual que en el mismo mes de hace dos años, la inundación será peor que la de 2007», pronosticó ante LA NACION la directora del INA, Dora Goniadzki. No obstante, se encargó de aclarar que la situación ya podría ser dramática en los próximos veinte días.
Fuente: La Nación