Un grupo de productores del norte de Santa Fe, que incluye a más de 35 localidades santafesinas, están preocupados porque las deudas del sector agropecuario de esa región ascienden a 600 millones de pesos.
Los productores santafesinos, para salir de esta situación, están pidiendo que se aplique un plan de refinanciación a 10 años de plazo con 2 de gracia; y una tasa de interés diferencial que no supere el 6% anual para amortizar adecuadamente las deudas.
“No pedimos subsidios, queremos financiamiento; los mecanismos para su redistribución deberán canalizarse por medio de organismos serios que en la zona existen, como por ejemplo, la Asociación para el Desarrollo Regional del Norte de Santa Fe”, consideró este grupo.
Se trata de deudas contraídas por la compra de insumos agrícolas de las dos últimas campañas, más el costo de estructura del ciclo 2008/09; el costo financiero y la deuda del sector ganadero.
“Si a esto le sumamos las deudas contraída por compra de maquinarias agrícolas, reparaciones y otras inversiones y las que se contrajeron desde muchos años atrás y que no se pudieron cancelar, la cifra estaría cercana a los $ 1.000 millones”, señalaron los productores en un informe.
En estos montos están contempladas deudas bancarias, a cooperativas, mutuales, a proveedores de insumos y prestadores de servicios, entre otros. También contempla la “formidable” suma de dinero en concepto de intereses que estas generan, agregaron.
Mientras tantos, los productores indicaron que, en los últimos seis años, se transfirieron al Estado nacional en concepto de retenciones cerca de $ 1.500 millones.
“Se pagó mucho más de lo que se está debiendo. Esto es un verdadero robo a cara descubierta; nos han desangrado”, denunció este grupo, “trabajamos para las arcas del gobierno degradando nuestro capital de trabajo material y humano”, añadió.
Los productores aseguraron que, si suman el pago del impuesto a los debitos y créditos bancarios, Ganancias, IVA y Bienes Personales, entre otros, “las cifras son colosales”.
En relación a los intereses, el informe se indica que “el costo financiero del dinero es oneroso para el riesgo que conlleva la actividad agropecuaria”.
“Se está trabajando con tasas promedio del 20% anual que tornan inviable la actividad. Los intereses absorben las utilidades y corroen el capital”, añade el documento, “se pagó estos últimos años extraordinarias sumas de dinero en este concepto que van en detrimento de la actividad y empobrecieron la región”.
“Sobre una deuda cercana a los $ 1.000 millones a una tasa del 20% promedio nos da la friolera de alrededor de $ 200 millones anuales que hay que cancelar. De esta forma la actividad se torna inviable si no se toman medidas acordes a esta situación”, resaltaron los productores.
Según este grupo, “estos departamentos, hasta 2007, ayudados por los buenos precios internacionales y el clima benigno, eran prósperos. Luego empezó la debacle; comenzó el largo y penoso camino de las deudas”.
En esa situación se encuentran los productores de los departamentos de General Obligado, Vera y el norte de San Javier.
Las deudas se originaron como consecuencia de las “malas políticas agropecuarias implementados en estos tiempos, y por las adversidades climáticas que asolan a esta región” del norte santafesino, se consignó en el documento.
Y agrega: “hace más de tres años que la agricultura y la ganadería están atravesando momentos muy complicados. La producción en estas zonas es diversificada y se ha perdido prácticamente todo”.
Según los productores, “se perdieron las dos últimas cosechas de girasol, de soja, de maíz, de trigo, de algodón, de sorgo, de caña de azúcar, de miel, de citrus, de hortalizas”.
“La actual de soja se sembró fuera de época y no toda el área prevista. Según estimaciones los rindes promedios estarán en 1.300 kilos/hectáreas”, enfatizó este grupo de productores.
La ganadería, continuó, “se destruyó por decisiones absurdas de un gobierno equivocado. A eso debemos sumarle la sequía más prolongada que se tenga memoria. Y por si algo faltaba se desataron devastadoras lluvias a fin del año 2009 que complicó más aun la situación. Del stok ganadero, entre mortandad y ventas forzadas se perdió alrededor de 600.000 cabezas achicando notablemente los rodeos”.
En relación a la ganadería, los porcentajes de las nuevas pariciones estarían “alrededor del 30%. Las perdidas en este rubro según datos oficiales son de $ 800 millones”.