Con la meta de optimizar la inocuidad del alimento, un total de nueve industrias de la yerba mate comenzaron la capacitación en Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) que el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) brinda y financia a través del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM).
“Si hay algo en lo que debemos ser constantes, es en mejorar la inocuidad y la calidad de la yerba mate; es fundamental para cuidar y sumar consumidores”, resumió el ingeniero Alberto Re, presidente del INYM al explicar las razones por las que se impulsan las BPM tanto en el sector secaderos como en molinos. “Tenemos 4 plantas de secado certificadas y otras 17 que asumieron el desafío de superarse en buenas prácticas, y ahora también nueve industrias eligieron el mismo camino, lo que nos posiciona favorablemente ante mercados cada vez más exigentes”, agregó.
Molinos
La primera jornada de BPM para molinos, el 19 de marzo en la sede del INYM, en Posadas, reunió a representantes de la Cooperativa Mixta Monte Carlo (Monte Carlo), Molinos La Misión SA (Oberá), Lukoski SRL (Gobernador Roca), Kraus SRL (Posadas), Establecimiento Imhof SRL (Nueve de Julio), Cooperativa Yerbatera Dos de Mayo Limitada (Dos de Mayo), Jorge Miguel Butiuk (Azara), Hreñuk SA (Apóstoles) y Yerbatera Hoja Verde (Andresito). A partir de ahora, cada establecimiento establecerá un vínculo director con IRAM para avanzar en la optimización.
La BPM “son aquellas practicas que tienden a que un producto sea inocuo, que no tengan contaminación física, química o biológica”, explicó Federico Christen, auditor de IRAM, al brindar la capacitación. “En el caso de las normas para yerba mate, que se hicieron específicamente para este producto, también se contempla la seguridad del personal y la preservación del medio ambiente”, agregó, al tiempo que explicó que “lo que se hace es trabajar en función de las mejoras que necesitamos y en el plazo que se pone cada establecimiento, lograr la certificación; después habrá auditorias que pueden ser cuatrimestrales o semestrales para hacer un seguimiento y ver si se mantienen esas condiciones”.
Mercado exigente
La iniciativa se enmarca en el Plan Estratégico para el Sector, documento consensuado por todos los eslabones de la cadena yerbatera, y se enlaza con las BPM para secaderos que el INYM viene impulsando desde el 2015 en toda la zona productora (Misiones y Corrientes).
“Nosotros el año pasado certificamos BPM en secadero y pudimos ver los logros que se fueron alcanzando; fue una meta cumplida, a la que ahora ponemos la vara un poco más alta para cumplir otro objetivo que es certificar molinos”, destacó José María Zanek, de la firma Hreñuk SA. “Hoy el mercado es más exigente, el consumidor es un consumidor más responsable y entonces apuntan a la calidad del producto”, resumió.
En la misma línea se pronunció Miltón Kraus, de Kraus SRL. “Nosotros exportamos a diferentes partes del mundo y notamos que los compradores están cada vez más interesados en estas certificaciones, el mundo está pidiendo este tipo de certificaciones”, ponderó. “La capacitación que se da a través del INYM es muy importante para mejorar los sistemas de producción, y elegimos hacer BPM porque estamos interesados en mejorar los procesos y necesitamos ingresar a los mercados más exigentes”, concluyó.
El programa
El molino, molino – fraccionador o fraccionador que forme parte del Programa de BPM que impulsa el INYM recibirá las auditorías del IRAM que se brindará en forma gratuita en cada una de las plantas, para quedar habilitado a una certificación por parte del IRAM en BPM.
El monto total que demanden las auditorías y certificación del IRAM será costeado por el INYM, y los operadores tendrán a su cargo los costos de una eventual mejora en sus instalaciones o adaptación de las plantas para obtener la certificación de BPM.