A partir del próximo mes de abril cuando se inicie la cosecha gruesa comenzará a ingresar un aluvión de dólares a la economía argentina que permitirán mantener las cuentas en orden –inclusive aumentando el gasto público- hasta al menos las elecciones de octubre de este año.
En este sentido, según previsiones de diversos analistas de mercados que dialogaron con
“Este año en el campo van a llover 50 mil millones de dólares de los cuales más de 10 mil millones irán a parar a las arcas del Gobierno nacional sólo en concepto de retenciones a las exportaciones”, comentó Pablo Adreani, director de la consultora Agripac.
“Estos números son importantes porque el dinero del campo va a parar siempre al campo; no como en el caso de las ganancias de la industria que terminan en el exterior”, apuntó Adreani, y agregó que “los productores agropecuarios argentinos invierten siempre en el país”.
De todos modos, el especialista recordó que durante la sequía de la campaña 2008/2009 el sector agropecuario perdió 15 mil millones de dólares. “Hoy existe la posibilidad de compensar estas pérdidas y afrontar los próximos años con mayor capital operativo”, dijo.
En tanto, según recientes estimaciones de
Por su lado, las últimas proyecciones de la entidad técnica porteña difundidas en un informe este jueves, indican que la cosecha de maíz este año sería de 19,5 millones de toneladas, al tiempo que la de girasol alcanzará los 3,1 millones.
“La producción agrícola en el país ha crecido a pesar de estar en presencia de un modelo anti-agropecuario durante los últimos años”, sostuvo el analista de mercados granarios, Gustavo López.
Por otra parte, en el período 2005/2010 los derechos de exportación sumaron u$s 6.582 millones por exportaciones de poroto de soja, y u$s 19.496 millones por exportaciones de aceites y derivados (casi 26 mil millones de dólares recaudados por el Gobierno).
Según López, de los u$s 25.988 millones que fueron a parar a las arcas fiscales, “hay que agregar los derechos de exportación implícitos (u$s 602 millones con los que se benefició la industria), totalizando u$s 26.590 millones”.
A lo anterior, López agregó lo que llama “aportes que surgen por restricciones comerciales”, y que son los diferenciales de precios entre el FAS teórico y el FAS de mercado. “Esto constituye una fenomenal transferencia del sector productor a la exportación y a la industria”, explicó.
El monto de ese diferencial, fue estimado por el especialista en 1.055 millones de dólares, llegando a una cifra final de 27.645 millones de dólares como el aporte del productor por el complejo sojero.
La cosecha de Brasil y su impacto en el mercado local
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y estimaciones oficiales del Gobierno de Brasil proyectaron una cosecha de soja brasileña del orden de las 70 millones de toneladas, una cifra que se convierte en un récord absoluto en la historia del país vecino.
Estos datos resultaron neutros para el mercado de soja en el mundo, al tiempo que en
“La caída en los precios locales refleja la proximidad de la cosecha, mientras que en el mercado externo la oleaginosa encontró soporte en compras de consumidores finales y por lluvias en las regiones productoras de Brasil que pueden retrasar la recolección”, señala un informe de
Por su parte, a nivel internacional, la producción de soja fue estimada por el USDA en 258,40 millones de toneladas, por encima de los 256,10 millones de febrero. En tanto que las existencias finales, fueron calculadas en 58,33 millones de toneladas.
En este escenario, los analistas consultados por LPO afirmaron que nada hace prever por el momento que los precios de la soja puedan registrar abruptas bajas en las próximos meses, cuestión que podría complicar la recaudación del Gobierno nacional.
Fuente: la politicaonline