Ese régimen permitía traer soja de Paraguay, molerla en el país y exportar el aceite y harina generados, pagando retenciones solo por el valor agregado local. Es decir, por una alícuota muchísimo menor al 32% que pesa sobre esos productos cuando son de origen local.
Los exportadores aducían que el régimen hacía posible el negocio, ya que la soja paraguaya es más cara que la local, porque no tiene retenciones en su país (que siempre se le descuentan al productor), y por el acarreo hasta aquí. Y que el principal interés de traerla era que, como tiene un mayor contenido de proteína, permitía mezclarlas y mejorar esta última, y así lograr un premio en el precio.
El asunto es que, para eficientizar el negocio, que es de bajo margen y mucha escala, las cerealeras habían montado toda una logística que hoy está cesante, y que les costó unos u$s 130 millones, estiman en el sector. La cifra surge de que habían comprado unas 140 barcazas exclusivamente para traer los granos por el Paraná, desde Paraguay hasta las plantas-puertos de los alrededores de Rosario (entre Timbúes y Arroyo Seco, por los que se exporta cerca del 80% de los granos y derivados del país). Cada barcaza vale alrededor de medio millón de dólares. Hoy, el 90% está cesante.
Además, Cargill compró dos remolcadores de barcazas, y otros dos Dreyfus, que valen entre u$s 4 y 5 millones. A esos cerca de u$s 85 millones habría que sumar unos u$s 50 millones que les costaron, dicen, las descargas de barcazas en los puertos, que hicieron esas empresas, AGD y Bunge y Vicentín.
Capacidad ociosísima
En 2008, se procesaron en el país unos 3 millones de toneladas de soja paraguaya. Este año, ingresaron unas 680.000 toneladas, y eso será todo. Las cerealeras estiman que hubiesen podido traer un millón de toneladas más (la sequía también estragó la cosecha vecina). Posiblemente sean exportadas por el puerto brasileño de Paranaguá.
La situación aumenta la ociosidad de las plantas locales, que, por el impacto de la sequía en la cosecha, este año tendrán para moler unos 5 millones de toneladas menos que en 2008.
Fuente: Cuenca Rural