“No dejemos pasar esta oportunidad para reconocer la importancia y promover el cuidado de estos hermanos de la naturaleza”, sostienen desde el área de Educación Ambiental del Ministerio de Ecología, Recursos Naturales Renovables y Turismo de la provincia.
Misiones contiene la mayor biodiversidad de especies de aves del país con aproximadamente 550 especies. Con una superficie de apenas el uno por ciento, tiene más de la mitad de todas las especies de aves del resto de la Argentina.
Esta condición no es casual ya que Misiones conserva la mayor porción de Selva Paranaense, única en el mundo. El sistema de Áreas Naturales Protegidas, con casi el 34 por ciento de la superficie provincial contribuye a su conservación.
En la provincia, entre las aves protegidas tenemosa la Harpía (Harpia harpyja), Maracaná Afeitado (Ara maracana), Tordo Amarillo (Xanthospsar flavus), Tucán Grande (Ramphastos toco), Chorao (Amazona petrei), Pato Serrucho (Mergus octosetaceus) y Yetepá de Collar (Alectrurus rosoria).
Harpía
El águila más poderosa de la provincia, con un largo de 70 centímetros en el macho y 90 centímetros en la hembra y una envergadura de casi dos metros.
Habita en selvas tropicales y subtropicales especialmente en sectores serranos o accidentados. Domina el dosel arbóreo superior donde se dedica a la captura de diversas presas con la ayuda de sus afiladas garras y su potente pico. Figuran en su dieta mamíferos como las comadrejas, monos, tamanduás y coatíes entre otros. Si bien su alimento lo obtiene en lo alto de los árboles, ocasionalmente lo hace en el piso de la selva.
Es una cazadora solitaria, y considerada uno de los superpredadores más destacados de la selva junto al yaguareté.
Por sus hábitos requiere de vastos territorios de caza con abundantes presas y sitios tranquilos para su nidificación.
Chorao
Esta especie de loro habita la selva paranaense en el estrato arbóreo, especialmente en los bosques de Pino Paraná. Se alimenta de frutos silvestres. Se desplaza en bandadas no muy numerosas o parejas, especialmente en los meses de verano, concentrándose en el invierno en la zona donde crece el Pino Paraná.
Se reproduce en la primavera. Ubica su nido en tronco de árboles a una altura entre los 10 y 15 metros, donde deposita dos o tres huevos. La destrucción de la selva y la casi desaparición de los bosques de Pino Paraná, lo sitúan en una posición desfavorable para su supervivencia.
Maracaná afeitado
Especie misionera de loro, que debe ser considerada en peligro ya que su número declinó seriamente durante el presente siglo. Todos los visitantes de Iguazú a principios del siglo XX no dejaron de observarlo. La especie era vista diariamente en las inmediaciones de las Cataratas del Iguazú en 1959, pero en la década del ´70 ya no había datos. En 1980 se lo fotografió accidentalmente en vuelo en el bajo Urugua-í, registro que se constituye en el último que se conoce en el país, pero que a la vez nos permite alentar alguna esperanza de que aún subsista en bajo número.
Pato serrucho
El largo y dentado pico presenta un elevado número de «dientes» -origen de su nombre común.
Se restringe a arroyos selváticos de aguas transparentes y límpidas flanqueados por bosquecillos marginales de mataojos y sarandíes, donde no exista presencia humana permanente.
Es el único representante de este singular género en Sudamérica. Ha sido citado en nuestro país solo para los ríos y arroyos afluentes del Alto Paraná en la provincia de Misiones. Se trata de un animal sumamente tímido y desconfiado. Habita arroyos de aguas transparentes con abundante vegetación costera con correderas, donde nada y bucea sin dificultad.
En el invierno (época de cría de la especie) se alimenta de pequeños peces (mojarras, morenas, anguilas), insectos acuáticos y moluscos que capturan sin dificultad. Es muy raro y escaso.
“Detente por un momento y mira a aquellos seres vivos admirados por sus bellos plumajes y cánticos… y por compartir armoniosamente con ellos este planeta. Te sugerimos también averiguar sobre otras especies protegidas de nuestra avifauna”, sugiere el profesor Alejandro Garello, del área de Educación Ambiental del Ministerio de Ecología.