Con la norma aprobada, que lleva el Nº 13/10, la Cámara Baja declaró su beneplácito “por la tarea desarrollada por el Renatre en la Provincia de Corrientes como Organismo Certificador de Competencias Laborales para el Sector Rural y Agroindustrial, con competencia y jurisdicción en todo el territorio provincial, coadyuvando a la mejora continua de la calidad del trabajo rural”.
Al mismo tiempo, declara de su interés “el proceso de certificación de competencias laborales, en el Sector Yerbatero, desarrollado por el Renatre en la Provincia de Corrientes, en los años 2008 y 2009, como así también la entrega de las primeras certificaciones a los trabajadores del sector yerbatero”, acto que tendrá lugar próximamente, organizado por la Delegación Corrientes del Registro, a cargo de Mónica Arnaiz.
Como se recordará, el Renatre tiene a su cargo la certificación de competencias laborales, metodología nueva que, por medio de la Unidad Técnica de Certificación de Competencias (UTeCC), brinda las herramientas técnicas para el reconocimiento público de la experiencia laboral en base a un estándar de calidad exigido por un oficio u ocupación.
Es que la continua innovación tecnológica renueva de forma cotidiana las exigencias del mercado de trabajo. En este contexto, las competencias laborales se consolidan como un factor fundamental donde se generan y materializan esos procesos dinámicos de transformación.
En un marco de diálogo social, la certificación de competencias transparenta los saberes profesionales demandados en el ejercicio de un oficio y los procedimientos institucionales para su reconocimiento público y sectorial. De este modo, propicia la concertación social de actores sobre temas vinculados a las competencias laborales y sus condiciones de validación.
De forma creciente, los actores del mundo del trabajo deben dar respuestas creativas y eficaces a las nuevas exigencias de competitividad y calidad en materia de producción y empleo.
En ese contexto, la certificación de competencias laborales se transforma en un soporte vital para la gestión de los recursos humanos de las empresas.
Por su parte, a través de la certificación de competencias, trabajadores obtienen un reconocimiento público a su experiencia laboral y capacidades, un aval a sus buenas prácticas laborales y un estímulo para la capacitación y formación continuas. En tanto al Estado le permite contar con información actualizada sobre las competencias existentes y requeridas en los distintos sectores de actividad, para orientar con mayor precisión las políticas de empleo y formación profesional.