Los productores ganaderos de Corrientes arrancaron el año con una perspectiva mejorada, respecto a 2009. Las copiosas lluvias que se registraron en los últimos meses trajeron el pasto necesario a los campos y de este modo mejoró considerablemente la condición corporal de la hacienda. A esta cuestión se le suma una suba en los precios del ganado, aunque esta circunstancia se da debido al déficit de cabezas del rodeo nacional, resultado de la prolongada sequía y el envío de miles de hembras a faena en los últimos años. Por eso advierten que en el mediano plazo habría inconvenientes en el abastecimiento del mercado interno.
En los últimos dos meses, las lluvias sobre la provincia fueron abundantes, y ello permitió la recuperación de los campos, que venían siendo duramente castigados por la sequía. En este aspecto, desde el sector consideran que el rebrote de las pasturas permitió una importante mejora en la condición corporal de la hacienda, y permite la permanencia de los animales en el campo sin urgencia de vender a precios convenientes para los compradores.
Además, el 2010 comenzó con un mejoramiento de precios en la hacienda, luego de casi cuatro años. “Yo lo considero un reacomodamiento porque va de la mano con los aumentos de costos que tuvimos en todo este tiempo”, dijo a El Litoral el presidente de
Si bien el incremento en estos precios permite mayor rentabilidad a los productores, la dirigencia ganadera viene advirtiendo que en el mediano plazo podría haber problemas para abastecer el mercado interno de carne. Según el ruralista mercedeño, los estudios realizados por las entidades del agro marcan que este 2010 habrá disponibilidad para abastecer con unos 55 kilos de carne por argentino, cuando el consumo actual está en el orden de los 70.
“Como el Gobierno nacional no nos escuchó todos estos años, va a haber problemas de abastecimiento, y estos 15 kilos de diferencia van a tener que buscar alternativas para suplantarlos con otro tipo de carne”, dijo el productor del Paiubre, para quien la solución no estaría en la importación de carne desde países limítrofes por cuestiones de comercialización y políticas de estos Estados.
En este aspecto, Condado explicó que la pérdida de rentabilidad de los ganaderos llevó a muchos productores a abandonar la actividad, y la necesidad de desprenderse de su hacienda hizo que muchas hembras vayan a faena.
“Estuvimos matando la fábrica de terneros, y eso va a traer consecuencias negativas para la tan mentada mesa de los argentinos”, señaló.
Fuente: litoral.com.ar