El sismo y el tsunami sufridos en Japón hace poco más de una semana cambiaron el contexto económico mundial. Factores como la desaceleración comercial, la disminución en los precios de las materias primas y el debate sobre la energía nuclear presentan, no obstante, un escenario favorable para
Las estimaciones mundiales indican un crecimiento en la producción de biocombustibles de hasta un 7%. Jorge Hilbert, coordinador del Programa Nacional Bioenergía del INTA, se refirió a la situación actual del país: «En 2010,
Basado en derivados de materias primas de origen agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos, el mercado argentino de exportación de biocombustibles está entre los tres primeros del mundo y tiene como principal destino a
Por otra parte, la crisis nuclear vivida en el país asiático puso al descubierto una serie de cuestionamientos con respecto a este tipo de energía. «A pesar de las especulaciones», dijo Hilbert, «resulta imposible que los biocombustibles reemplacen a la energía nuclear en materia de generación eléctrica, debido al rol que cumplen y al volumen de energía que producen. A pesar de los cuestionamientos, la demanda y producción de energía nuclear no disminuirá».
En este sentido, el técnico explicó que «el aporte de los biocombustibles a la matríz energética mundial es limitada. En el caso de los combustibles líquidos, no superan el 10 o 15%».
De acuerdo con Mario Bragachini -coordinador del proyecto de eficiencia de cosecha, poscosecha de granos y agroindustria en origen del INTA-, el intenso crecimiento poblacional traería buenas oportunidades de mercado: «La población mundial crecerá a razón de 80 millones de personas por año. En este contexto,
La agricultura como fuente de recursos energéticos y alimentarios adquirió un desarrollo creciente que impacta sobre los mercados mundiales. Para Hilbert, «son dos producciones que compiten» y explicó que «el INTA estudia fuentes alternativas de biocombustibles y biomasa para bioenergía, que no compiten con la producción de alimentos e incluye las soluciones energéticas a nivel familiar como la colza, el cártamo y la jatropha».
Para Bragachini, la producción de alimentos de
Fuente: INTA