En momentos en que el horizonte de la generación de energía tradicional marcha hacia un amesetamiento y el desarrollo de algunas fuentes de energías alternativas es todavía costoso, la generación a partir de biomasa se plantea como una posibilidad concreta, probada y con buenos resultados.
– Con el objetivo de conocer qué cantidad de biomasa genera anualmente La Pampa, la Provincia firmó con la FAO y el Ministerio de Agricultura de la Nación, una carta de intención para sumarse al relevamiento Wisdom, herramienta que determinará el potencial concreto existente.
La Jornada Provincial "Energías Alternativas – Agroenergía" le dio marco el martes al acto. Firmaron Carlos Sanz, por la Administración Provincial de Energía (APE); y el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Lorenzo Basso. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aportará la asistencia técnica.
La biomasa es el total del material orgánico presente en un lugar. Al hablar de "biomasa" en el campo energético se hace referencia al volumen de ese material factible de ser transformado en energía. Y ello va desde restos vegetales, como el deshecho de las cosechas o de limpieza de picadas, hasta estiércol, del cual se obtiene biogás. También hay producción vegetal y forestal destinada exclusivamente a la generación energética.
"Estamos identificando qué líneas de acción podemos llevar adelante en la provincia. Una sería el intercambio de experiencias y apoyo técnico para el manejo de sistemas silvopastoriles, limpieza del bosque nativo y recuperación del bosque quemado. También queremos apoyar la instalación de plantas de biodigestión", comentó Miguel Almada, director de Agroenergías del Ministerio de Agricultura de la Nación.
El Ministro de la Producción, Abelardo Ferrán, estuvo a cargo de la apertura de la Jornada en nombre de la provincia y lo acompañaron Lorenzo Basso y Carlos Sanz, organizador del encuentro.
En el Aula Magna de la Universidad, cubierta en sus tres cuartas partes, Carlos Alberto Sanz abrió su exposición describiendo el estado actual del Sistema Eléctrico Provincial, que demanda una media anual de 90 megavatios. Y mencionó las tres fuentes de generación que hay en la provincia, dos de las cuales -la central hidroeléctrica Los Divisaderos (10 megavatios) y la de Casa de Piedra (60 megavatios compartidos por las provincias condóminas del río Colorado)- no están generando por falta de agua; y la tercera, los dos molinos de viento de la cooperativa de General Acha, no son económicamente redituables para la cooperativa que los administra (Cosega).
El Administrador Provincial de Energía también se refirió a dos de los proyectos que remarcó como "los más avanzados": el parque eólico La Banderita, que propone generar 50 megavatios pero que desde hace dos años no consigue el inversor que ponga los 90 millones de dólares necesarios; y la iniciativa de Pampetrol para instalar una central térmica (energía no renovable ni limpia) en cercanías de la localidad de 25 de Mayo y generar 10 megavatios con motores alimentados por el gas de la zona de Ayala I.
Discutir en serio
Fue Néstor García, del INTI La Pampa, el que planteó la urgencia de discutir seriamente el tema. En su ponencia dijo: "La situación es la siguiente: se agota el petróleo, hay crisis energética; se contamina el planeta, hay crisis ambiental, no tenemos una política de Estado, las redes de distribución no alcanzan, las energías alternativas son caras, los subsistidos tarifarios son importantes, la población no ahorra energía y las reglamentaciones son insuficientes. Todo eso nos genera un problema energético". A su turno, Laura Giumelli, de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica de San Luis, ofreció una "Visión económica jurídica" para el desafío de incorporar energías renovables a las redes, en la que comparó la manera en que los países incentivan la producción de energía limpia. En este esquema, Argentina se limita a aplicar un mix entre subsidios directos e indirectos. "Este modelo no sirve para incorporar energías limpias al mercado", sentenció la especialista. Y amplió: "Argentina ha crecido siempre con energía barata y hemos conseguido competitividad hundiendo el precio de la energía. Pero ahí no está presente la cuestión ambiental. El usuario paga la energía barata pero en ese acto también está pagando el costo ambiental". (F.M.C.)
Si se piensa en energía limpia, en Argentina el sur es netamente eólico, el noroeste fotovoltaico y el noreste primordialmente biomásico. La región central bien podría combinar los sistemas de generación.
La experiencia concreta y exitosa aplicada en La Pampa desde un organismo público es el programa Permer (Proyecto de Energías Renovables en Mercados Eléctricos Rurales) impulsado por el Ministerio de Agricultura y la Secretaría de Energía de la Nación y ejecutado en campo por la APE, que apunta a proveer de electricidad a puestos rurales alejados de la red provincial.
Cristián Andrés, Gerente Técnico de APE, detalló los alcances del Permer I, ya ejecutado, que en La Pampa, con la instalación de más de 850 sistemas fotovoltaicos, cubrió el 37 por ciento de las viviendas sin acceso a la energía eléctrica.
El Permer II, según indicó Andrés, está pronto a iniciarse e incluirá no sólo sistemas solares sino también eólicos y combinados. Además tendrá un cupo para aplicarlo a emprendimientos productivos.
Pero ante el panorama planteado por Giumelli (ver recuadro), con una tecnología de alto costo para la generación de energía eólica y solar, el aprovechamiento de la biomasa se posiciona como una alternativa factible pero que todavía necesita mayor estudio.
"Tenemos alrededor de 124.000.000 de toneladas disponibles de biomasa en Argentina. Desde el Ministerio vimos el potencial y el gran desafío de ser parte de la diversificación de la matriz energética", aseguró Miguel Almada, director de Agroenergía y coordinador nacional del Proyecto ProBiomasa.
El núcleo de la iniciativa es la metodología Wisdom para la evaluación de los recursos de biomasa en distintas regiones del país, al que se incorporará en breve La Pampa.
Las expectativas de la APE están puestas en que el relevamiento arroje resultados significativos, quizás no al nivel de provincias madereras como Misiones o Chaco, que cuentan con excelentes perspectivas a partir de la cantidad de deshechos forestales que generan, pero sí con volúmenes que permitan pensar en la instalación de plantas para el procesamiento de restos de cosecha y limpieza de montes.
Biogas
Ya hay en marcha algunas iniciativas que vienen dando buenos resultados. A pequeña escala y familiar, el uso de biomasa no es ninguna novedad, ni siquiera los biodigestores para la generación de biogas, que requieren una tecnología relativamente básica y puede sustituir en cierta proporción el uso de otras fuentes energéticas.
A nivel industrial, en cambio, las experiencias implican mayores inversiones, por lo que la puesta en práctica es más lenta. El INTI, por ejemplo, tiene algunas plantas pilotos en Mendoza y una en Ingeniero Luiggi. Los volúmenes de generación todavía son bajos y la aplicación, puntual.
La firma Lartirigoyen y CIA, por su parte, invirtió alrededor de 1,5 millones de dólares en una planta para utilizar los 3.000.000 de kilos de deshechos que anualmente genera una granja de cerdos en Dorila. El biodigestor allí instalado produce una buena combinación de dióxido de carbono y gas metano (biogás) y como subproducto, deja fertilizante.
El analista Juan Pablo Carrera, encargado de detallar el proceso de generación, ofreció datos comparativos para bajarlo a números y situaciones concretas: "El biogás que se obtienen es un gas que posee un poder calorífico aprovechable. 1 m3 equivale a 21,5 megajoules o lo que es igual a 5.100 kilocalorías. Pensemos en la vida cotidiana: un metro cúbico de gas nos permitiría producir tres comidas para una familia de 4 personas o mantener un termotanque de 110 litros prendido durante 10 horas".
El biogas y la generación térmica a partir de biomasa siguen siendo alternativas que buscan de a poco abrirse lugar en una matriz energética todavía atada al combustible fósil.