Al concluir el año pasado el director general de la Organización Mundial de Comercio, Pascal Lamy, anticipó que el comercio mundial cerraría 2009 con una caída de más del 10%. Lamy calificó el retroceso en el intercambio global como una cifra “sin precedentes” y como una consecuencia de la crisis económica y financiera internacional desatada a fines de 2008.
Pero la situación pudo ser peor. Entre el último trimestre de 2008 y el primero de 2009, la OMC anunció un alarmante retroceso en el comercio internacional con un desplome del 31%.
Desde entonces, las medidas de rescate fiscal, principalmente en los países desarrollados permitieron frenar la caída libre de las exportaciones e importaciones mundiales hasta diagnosticar en los últimos meses que “lo peor ya pasó”.
Durante 2008, cuando el comercio mundial se incrementó en un 15%, América del sur y central exportó al resto del planeta unos 600 mil millones de dólares. Parece mucho pero apenas representa alrededor del 4% del intercambio total global que supera los 15 mil billones de dólares.
De esas ventas externas cerca del 56% correspondió a tres países de América Latina en el siguiente orden: Brasil, Argentina y Chile, cuyas exportaciones totales rondaron en 2008 los 334 mil millones.
La crisis comercial impactó también en los tres países del cono sur en 2009 por lo que las ventas se redujeron en unos 72 mil millones, con una caída conjunta en sus exportaciones del 21%.
Para el caso de la Argentina, a la crisis internacional se añadió una situación climática desfavorable que impactó en una menor cosecha de granos con cerca de un tercio menos que en el año previo, menor saldo exportable, menores precios internacionales, un año electoral, y un conflicto interno no resuelto entre las entidades del campo y el gobierno.
Sin embargo la balanza comercial de la Argentina no fue muy distinta a la de sus dos socios de la región: Brasil y Chile. El comportamiento de los tres países en cuanto a la variación interanual de sus importaciones y exportaciones no difirieron significativamente entre sí. Salvo en lo que respecta al superávit comercial donde la Argentina logró un fuerte incremento respecto del año anterior.
Mientras las exportaciones desde la Argentina cayeron un 20% el año pasado, lo mismo que en Chile, Brasil sufrió una retracción del 23% en todo 2009.
En cuanto a las importaciones la mayor variación negativa la mostró la Argentina con 32,5%, seguida de Chile con una caída del 31% y de Brasil con un 26% menos de compras al mundo que en 2008.
La diferencia más notoria se dio en el saldo acumulado por el intercambio comercial que en el caso argentino se elevó respecto de 2008 en casi un 35%. Brasil en cambio, que inició 2009 con un déficit de unos 500 millones de dólares, terminó el traumático año con un superávit similar al de 2008.
Sin duda, la mejor parte en materia de saldo comercial la llevó Chile con una suba mayor al 50% interanual del superávit . El país trasandino elevó el saldo comercial obtenido en 2008 de 8.846 a 13.316 millones de dólares del año pasado.