Rito Padilla Carbajal, presidente de
Representantes de
En las últimas citas, los industriales ofrecieron entre 250 y 300 lempiras por quintal de arroz, un precio que está por debajo de los costos de producción, según los números que manejan los productores de ese grano.
Los molineros mantienen un convenio con los productores de arroz y el gobierno que los obliga a comprar primero toda la producción nacional de arroz y después importar el faltante sin pagar aranceles.
“Lo que se busca con el acuerdo es garantizar a los productores la compra total de la cosecha de arroz sin intermediarios”, recordó Padilla Carbajal.
En Honduras se consume anualmente un promedio de 3,5 millones de quintales de arroz, pero sólo se producen 700 mil quintales, o sea que los industriales importan más de 2.8 millones de quintales de arroz sin pagar aranceles.
“Cuando se suscribió el acuerdo con los industriales del arroz sólo producíamos 90 mil quintales, pero con el transcurrir del tiempo fuimos aumentando la producción y ahora parece que ellos están preocupados porque producimos más y ellos importan menos y entonces quieren mantener un boicot vía precios”, manifestó.
Padilla indicó que importar arroz desde los Estados Unidos, que se produce con subsidios, ha representado para los industriales un gran negocio, aunque reconoció que “hace unos años ellos nos pagaron precios justos por el arroz que nosotros producimos”.
Agregó que la única justificación que exponen los industriales para ofrecer un precio inferior por el quintal de arroz producido en el país es que en Estados el precio de ese grano ha disminuido.
“No sólo se conforman con importar arroz más barato desde los Estados Unidos, porque allá se produce con subsidios, sino que quieren pegarnos una mordida a nosotros los productores pagándonos menos, mientras al consumidor le venden a precios altos y no hay rebajas”, expresó.
“Los industriales del arroz estuvieron muchos años de bonanza, pero de bonanza con B mayúscula, de tal manera que están preocupados porque estamos produciendo alrededor de 700 mil quintales de arroz y quiere boicotear la producción nacional de arroz pagando precios inferiores a los costos de producción y eso no se vale, comentó.
“Nosotros no estamos pidiendo un aumento en el precio del arroz, únicamente queremos que se respete el precio del año anterior que fue de 380 lempiras el quintal, pero ellos quieren pagarnos 80 lempiras menos y eso no lo vamos a permitir”.
Incluso aceptar el mismo precio del año pasado significa para los productores de arroz reducir al mínimo las utilidades a que tienen derecho, puesto que en los últimos dos años subieron los combustibles, los fertilizantes, la mano de obra y otros insumos.