Sonaron las alarmas en el sector tabacalero ante la presencia de “compradores argentinos y brasileños” que con “reales” en mano se quieren llevar el burley misionero. Las empresas confían en el compromiso de los productores. A los “desviadores” no se les renovaría el contrato para la zafra venidera.
Como en cada crisis monetaria, el valor de la moneda del vecino país trae su consecuencia en el sector productivo de misiones.
No se trata de algo nuevo, el contrabando de tabaco a Brasil es casi una “costumbre” cada vez que la moneda del vecino país cotiza por muy por encima de lo habitual.
Cuando la zafra recién está en las primeras cosechas y con problemas a raíz de las heladas y la sequía que provocarían no muy pocas perdidas, los “trabajadores” de la frontera comenzaron a visitar a los tabacaleros, para comprar su tabaco y llevarlo clandestinamente hacia Brasil.
Consultadas las empresas acopiadoras, manifiestan preocupación ante un hecho que se repite habitualmente.
Una de las mayores compradoras de tabaco burley es la CTM, Cooperativa agroindustrial de Misiones, cuyo presidente Jorge Kappaunn, expresó que “estamos atentos ante la presencia de acopiadores tanto argentinos como brasileños que están, muchas veces con plata en mano, comprando por el momento pequeños lotes del burley misionero”
“Juegan con la necesidad de los productores”, dijo Kappaunn, agregando que “entendemos que el productor necesita de hacerse unos pesos, pero también tienen un compromiso con su empresa que siempre cumple, no solo comprando toda la producción, financiando los insumos, pagando el valor, y asistiéndolo técnicamente”
Asimismo, según Kappaunn, la cifra que estarían ofreciendo no estaría por encima lo que finalmente podría recibir el productor el año próximo por todo concepto, es decir el precio de acopio y los demás beneficios que vienen del Fondo especial del tabaco.
“Así como CTM respeta el cupo que trae anualmente su productor”, afirmo el dirigente de CTM, “el productor debe hacer lo mismo y no convertirse es lo que en el rubro tabacalero se llama desviador y bien saben que los que asumen ese rol, en la siguiente zafra, serán excluidos de la nómina de plantadores, como ya sucedió en otros años”. “No se trata de una amenaza”, aseguro, “si la cooperativa asume un compromiso, es lógico que el productor haga lo mismo”