El Programa de Buenas Prácticas Agropecuarias de Córdoba alcanzó a 3.200 beneficiarios. El gobernador Schiaretti anunció un incremento de los fondos para 2019 y anunció que la incorporación de tecnología se sumará como nueva práctica. Además, entregó $20 millones para más de 600 productores que actualmente ya están participando.
El gobernador Juan Schiaretti encabezó la entrega de cheques para 619 productores en el marco del programa de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPAs). Los aportes se otorgaron luego que el Ministerio de Agricultura y Ganadería validara hasta 13 prácticas en los establecimientos productivos alcanzados por el programa.
Ante un auditorio colmado de productores, dirigentes ruralistas, profesionales del sector, funcionarios, intendentes y legisladores, Schiaretti entregó un total de 20,5 millones de pesos. En promedio, cada productor recibió entre 30 mil y 32 mil pesos, dependiendo del establecimiento y la cantidad de prácticas validadas.
La inversión presupuestada para este año es de 100 millones de pesos. La cartera agropecuaria completará la distribución en las próximas semanas.
“El progreso de nuestra Córdoba tiene como base central el campo. En este programa el productor vuelve a mostrar la decisión de avanzar en algo tan central como el cuidado de la tierra, del agua y del medioambiente. Las buenas prácticas no sólo significan el cuidado de nuestro hogar común que es la tierra sino también la mejora en los establecimientos productivos”, dijo Schiaretti.
El Gobernador adelantó que el año que viene se elevará a 130 millones de pesos el presupuesto del programa. Luego, indicó que se agregará y relevará una nueva buena práctica: la incorporación de tecnología, esto en consonancia con el avance del programa provincial Conectividad Córdoba, que ampliará el acceso a Internet “de calidad y a precio razonable”, dijo.
Más interés por las BPAs
Las cifras del programa reflejan el creciente interés del sector en acompañar y fortalecer esta política pública tendiente a desarrollar un modelo agropecuario cada vez más sostenible. En 2017 las prácticas a validar fueron ocho y los productores que se sumaron fueron 1.807; en el año en curso el programa cerró con 13 prácticas a validar y 3.200 productores que resultaron beneficiarios.
La iniciativa tiene como metas principales conservar el suelo, manejar de manera eficiente el agua, innovar tecnológicamente, capacitar, disminuir los impactos de las actividades y fundamentalmente producir protegiendo los recursos. Con este objetivo, el productor recibe aportes económicos según la cantidad de prácticas de adhesión voluntaria implementadas.
Fuente: Todo agro