En primer termino es importante señalar que se no se trata de un ataque a esta asignación, gracias a ella, muchas familias hoy pueden acceder a una mejor calidad de vida, aunque también son muchos los que dejaron sus trabajos y hoy viven con estos ingresos.
A lo expresado por el dirigente correntino, Héctor Viale, se suman a diario grandes, medianos y hasta pequeños productores que deben ingeniarse a la hora de conseguir mano de obra rural.
Si bien, propio de su naturaleza, son cautos a la hora de referirse al tema, “algo se debería hacer, es imposible conseguir un trabajador rural, los que teníamos, varios renunciaron y se fueron a cobrar el plan”, aseguraba un productor de la zona de San Vicente
Pero, también agregaba “otros, que no son pocos quieren trabajar en negro para seguir cobrando, pero si les pasa algo o nos llega una inspección que hacemos”.
Se comenta que en la zona centro, hasta se han tramitado divorcios a los efectos de cobrar esta asignación, dejando al esposo como monotributista y la esposa, ya “liberada” del matrimonio comienza a cobrar.
No queda allí el problema, acopiadores de distintos productos se encuentran con el problema que “los productores renunciaron al monotributo y no quieren facturar y nos genera una gran complicación, se genera una economía en negro que no se sabe donde terminará”.
Lo cierto es que estos solamente son algunos aspectos de los “efectos no deseados” de la disposición del gobierno nacional que seguramente no tuvo en cuenta la realidad de la producción, en este caso, de Misiones.