El sector se paralizó el invierno pasado, miles de trabajadores que desarrollan su tarea en los montes fueron enviados al seguro de paro, y la planta de celulosa de Botnia fue prácticamente la única demandante de madera. Los montes no tenían precio real, el mercado se había desarmado, ese extremo se fue corrigiendo durante el segundo semestre del año pasado, cuando se comenzaron a concretar exportaciones, principalmente de madera para celulosa, los camiones cargados con rolos comenzaron a circular de nuevo por las rutas nacionales y se retomó el trabajo de las cosechas en los montes. De todos modos la actividad relacionada a la fabricación de tableros para la construcción sigue paralizada, explicó el ingeniero Edgardo Cardozo, gerente de la Sociedad de Productores Forestales del Uruguay, de ese modo, si bien existió una reactivación, los principales clientes de nuestro país en materia de maderas para la construcción aún mantienen serios problemas, es el caso de España, donde el desempleo sigue instalado en niveles muy elevados, cercanos al veinte por ciento; también en Estados Unidos aún persiste la crisis de la construcción, y eran esos países los principales clientes de tableros, explicó el gerente de la SPFU.
Datos
Las exportaciones reflejan la realidad; su caída medida en dólares fue de 30% con respecto a 2008; las ventas pasaron de U$S900 a U$S600 millones.
Cardozo aclaró que estas cifras se obtienen si se considera la actividad de la pastera Botnia, y agregó que hay otros informes que no incluyen a la celulosa dentro de las exportaciones forestales, lo que determina cifras menores. La aclaración es importante ya que la celulosa aportó más del 70% de las exportaciones del rubro, lo que concuerda con la mirada que tuvieron los especialistas, de que Botnia fue la única empresa que demandó madera, en el primer semestre del año pasado. La recuperación se comenzó a notar en el último trimestre del año pasado, pero aún resta mucho camino para consolidarse, y que el sector está fuera de la sombra de la crisis muchas empresas exportaron ventas que ya tenían comprometidas desde antes de la crisis si bien los precios de la celulosa vienen recuperándose, al igual que el de las otras materias básicas.
En plena crisis, el sector forestal tuvo un comportamiento particular, ya que los inversores siguieron plantando, las empresas viverístas hicieron una fuerte apuesta, en la pasada primavera, y tuvieron pedidos importantes de plantas, los bosques se siguieron sembrando, en parte según han señalado empresarios forestales, con la mira puesta en el largo plazo, ya que las expectativas sobre demanda de celulosa y madera siguen siendo positivas.
Fuente: La República de Uruguay