En el ámbito oficial se ponderó como de alta utilidad esta iniciativa ya que se emparenta con los postulados del modelo formoseño recreado por el gobernador Gildo Insfrán de acrecentar la calidad de los rodeos a partir de la genética y el uso de las más modernas tecnologías de modo tal de obtener productos que sean altamente competitivos en el mercado interno, nacional, regional e internacional.
Hasta la zona llegó el subsecretario de Desarrollo Económico, ingeniero Julio Aráoz, quien mantuvo reuniones en la Cabaña Nuevo Millenium de los hermanos Miguel y Julio Mellano en las cercanías de Las Lomitas, con los especialistas arribados para introducir en Formosa embriones de la raza vacuna Girholando, originaria de regiones de clima tropical, altamente resistente a nuestro medio ambiente, adaptada a una alimentación a base de pasto y a pastoreo.
La mencionada cabaña es un emprendimiento familiar, se ha radicado en el centro oeste formoseño hace unos cinco años para dedicarse a la explotación del ganado caprino para carne, para lo cual introdujo la raza Boer.
Su objetivo es optimizar la industria de la carne caprina por medio de la genética y a lo largo de estos años ha obtenido importantes logros y reconocimientos a nivel nacional.En este caso se avanza con la primera raza cebuina con evaluación genética para los
Caracteres de producción de leche, grasa, proteína, lactosa y sólidos totales.
Un equipo conformado por dos veterinarios y un técnico agropecuario, todos de nacionalidad brasileña están en los preparativos previos en el laboratorio de genética embrionaria, único de su tipo en el país por encontrarse en el mismo campo en el que se producen animales puros de raza Boer.
Araoz visitó la cabaña y fue recibido por César Nuñez, responsable del grupo del Brasil , conformado además por Priscila Alcobia y Emerson Alirio, quien le explicó sobre el nuevo proyecto de la cabaña y lo interiorizó sobre el trabajo que están realizando con el ganado caprino.
“La raza Girholando, producto del cruzamiento del holando con el Gir (un sebulino también lechero), se está expandiendo en América Latina, en países de clima cálido como Colombia y el norte de Brasil”, indicó Nuñez.
“Con esta raza, lo que se hizo fue aprovechar al ganado holando, que es muy productivo pero que no está adaptado al calor, unilarlo al Gir que produce mucha leche y es muy rústico, resistente a las garrapatas y a las altas temperaturas. Otra cualidad de esta raza es que aún utilizando un alimento de baja calidad se obtiene una buena producción de leche, pero con una buena pastura se puede lograr entre 8 y 12 litros de leche al más bajo costo de producción, es decir que se trata de una raza muy ventajosa, muy rentable, ya que con las vacas de otras razas se obtiene solo entre 2 y 3 litros por animal”, puntualizó.
En su charla con Aráoz, Núñez remarcó que “Mellano es un visionario, que hace las cosas pensando en el bienestar general”, al referirse a la intención del propietario de la cabaña de introducir esta raza a Formosa.
“En Paraguay se está por abrir la exportación de embriones Girholando y la idea es traer algunos embriones y animales para realizar una producción en escala, y juntamente con las cabras Boer, desde Las Lomitas fortalecer la genética para la Argentina”, enfatizó.
No descartó que más adelante se instale un tambo en la zona, aprovechando las ventajas que ofrece esta raza.
Núñez se ha especializado en ovinos, caprinos y bovinos en Nueva Zelandia y Australia y entre otros logros, ha patentado una técnica nueva de inseminación. Ha realizado trabajos embrionarios en Paraguay, Colombia, Brasil y en otros países.
Con la raza Boer
Mientras madura el proyecto de la Girholando, Nuñez y su equipo siguen trabajando con la raza caprina Boer.
“Estamos aumentando el volumen de animales de la forma más rápida que existe, con el trasplante embrionario”, puntualizó el médico veterinario.
“En este laboratorio seleccionamos a los animales puros, a los que se les hace un trabajo hormonal, después se les extrae los embriones y se los colocamos a madres receptoras que están sometidas a un trabajo embrionario sincronizado con las donantes, para obtener hijos puros”, añadió.
Al especificar el trabajo de los profesionales brasileños, Nuñez indicó que a las cabras puras se las hace “superovular” como paso previo a la extracción de los embriones. Se extraen entre 10 y 12 embriones por madres puras y se los implantan a madres criollas (de bajo valor), para obtener hijos de alto valor. “Esto es maximizar la producción”, enfatizó.
Indicó que tras la primera selección de las madres más aptas se les hace un protocolo de 21 días. Se les coloca un progestágeno, y juntas, donantes y receptoras, son sometidas al mismo control. Al cabo de 16 ó 17 días, las donantes reciben una hormona folículo-estimulante, con la que se podrá extraer entre 15 y 18 embriones, los que son implantados a las cabras receptoras, dos por animal.
Una vez que las receptoras han parido, madre e hijos reciben una alimentación controlada a base de pasto de muy buena calidad; a los 5 días se les suministra un suplemento para un buen desarrollo, hasta que finalmente se produce el destete