«Como está la situación, la mandioca que plantamos no sale, la sandía y el zapallo están pero sin desarrollarse por la falta de agua y del ganado sobrevive el que recibe asistencia por forraje, el resto muere de sed», retrató el productor referente de la ONG, donde actualmente trabaja el equipo de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación realizando un relevamiento y organizando proyectos para ayudar a los productores.
Romero lamentó la «ausencia» del Estado provincial. Dijo que en tres oportunidades llegó forraje desde la Nación y perforaciones para los parajes a través de Desarrollo Social.
Dijo que de 1.050 has p/siembra en Saladas se sembró el 90 por ciento con mandioca, batata, maíz y sandía y todos los días los productores salen de sus casas y ruegan al cielo por agua. «No sabemos qué va pasar si no llueve», insistió don Oreste en diálogo con EL LIBERTADOR.
En Saladas, de los 900 ganaderos, más del 70 por ciento son pequeños productores «pobres» según las palabras de Romero y urgen por asistencia.
ABASTECIMIENTO A LOS BARRIOS
Por su parte, el intendente de la ciudad Daniel Alterats en declaraciones a Cadena de Radios confirmó la crítica situación. «A diferencia de lo que sucede en el Alto Paraná donde el comportamiento del río está en ascenso por las lluvias registradas, la necesidad de que llueva en la zona hace que el Municipio lleve 60 mil litros de agua por semana a viviendas que están en zonas de Parajes rurales», comentó.