Como ejemplo, recordaron que los limones del Valle del Guadalhorce se han quedado varios años en los árboles sin recoger porque el precio de mercado (0,08 céntimos de euro el kilo) era mayor que el costo de la mano de obra (0,14).
El precio del aceite, que ha bajado en pocos meses de 2,6 euros a 1,8 el kilo de aceituna, es otro de los casos sangrantes.
Las organizaciones agrarias dijeron que unas 20 multinacionales controlan la producción alimentaria e imponen precios a la baja en el campo que, sin embargo, luego no repercuten en la misma proporción en una rebaja al consumidor final.
También criticó algunas de las marcas blancas del mercado, como en el caso del aceite, al entender que no cumplen con la calidad que pregonan sus etiquetas.